sábado, 21 de junio de 2014

Marketing para escritores (II) Quid pro quo

Reconozco que esta entrada se me ocurrió un poco de rebote. O mejor dicho, por un rebote. Algunos veríais el comentario en mi muro de facebook, otros no, pero, casualmente, la misma semana, Laura Nuño, autora a la que admiro muchísimo, hizo un comentario parecido en su blog, y yo pensé "¿será que eso del hoy por ti, mañana por mi, o quid pro quo, no existe?"
Mi comentario era una reflexión sobre la extendida costumbre de invitar a los contactos a picar "me gusta" en la página de facebook de tu blog, tu libro, o lo que sea que te representa. Yo lo hago de cuando en cuando y recibo también muchas invitaciones. Hasta ahí todo es normal, vamos, digo yo.


Por lo que yo entiendo, el número de "likes", o "me gusta" de una página, no es solo un indicativo de cuánto gusta, sino también de cuánta difusión pueden tener los contenidos que publica, y ambas cosas son importantes. Es por eso que no es extraño ver tanto en grupos como en muros peticiones de apoyo a una página. Hasta ahí, creo que sigue siendo normal.
Personalmente, cuando descubro algo que me gusta, sea un autor, o un libro, o un blog, tiendo a darle el "me gusta" sin esperar a que me lo pidan. Y si me lo piden, por supuesto se lo doy. De hecho, no tengo inconveniente en dar "me gusta" incluso a páginas que no conozco, si su autor está entre mis contactos y me lo pide, o incluso si veo la petición en un grupo y ese día me siento generosa. Total, no cuesta nada, así que, salvo que sea de una temática que vaya absolutamente en contra de mis principios (léase "Peleas de perros" o similares), la apoyo.
Pensando en esto descubrí, de hecho, que "me gusta" y "lo apoyo", en cierto modo significan lo mismo, por eso me gusta apoyar a otros como yo: escritores noveles más o menos poco conocidos, o blogueros que empiezan. A todos nos viene bien un empujoncito para arrancar.
Ahora bien, un día me levanté quizás más susceptible de lo habitual y descubrí que me habían invitado a dar "me gusta" en su página amigos que habían ignorado mi invitación cuando yo la había enviado. Incluso en algún caso he invitado a alguno a darme un "me gusta", me ha enviado al minuto la invitación a hacer lo mismo por él, he aceptado, y... ahí se ha quedado pendiente mi invitación. ¿Despiste? Puede ser, pero me molestó. 

A consecuencia de esto empecé a hacer limpieza de "likes". Hubo quienes me volvieron a invitar, en el momento en que mi nombre dejó de salir en la lista de contactos a los que les gusta la página. No me avergüenza confesar que mandé algún que otro mensaje para informar que gustosamente apoyaría su página, y que, ya puestos, esperaba que apoyaran la mía. ¿Descarado? Puede ser, pero ¿para qué voy a volver a hacerme mala sangre? Mejor pedir las cosas con claridad y dejarnos de malos rollos. Además, los que me gustan, me gustan de todas formas, me refiero a los otros, a los de "favor por favor".
Y aquí es donde yo me pregunto por qué nos cuesta tanto a veces esa reciprocidad. Personalmente, me gusta corresponder al comentario de otro, a una recomendación, a cualquier tipo de favor. He leído y recomendado novelas o blogs de amigas en primer lugar porque me interesaban, pero especialmente porque eran amigas y se merecían esa oportunidad. Me consta que muchas le han dado un voto de confianza a mi novela por eso mismo. A algunas de hecho les ha encantado y la han recomendado a otras amigas, lo cual es un enorme favor, porque en esto del marketing, lo primero que se aprende es la efectividad del "boca a boca". Lo menos que yo pienso que puedo hacer es eso mismo con las novelas que voy leyendo. Según me gusten más o menos, las recomendaré con más o menos entusiasmo, pero es un gesto que no cuesta nada y sirve de mucho. 
Lo mismo es aplicable en muchas otras cosas: los comentarios en blogs, las valoraciones en Amazon o Goodreads, el hecho de interactuar en el muro de otro... Yo procuro hacerlo porque me gusta que los demás lo hagan conmigo, y sé lo que un comentario o una valoración significa a veces para la otra persona. Me encanta ver por ejemplo que una autora que admiro además es una persona cercana y humilde. Demasiados divos hay ya en el mundo ¿no creéis?
Si lo pienso un poco, enseguida llego a la conclusión de que yo actúo así porque es así como me han educado. Lo de "predicar con el ejemplo", "tratar a otros como te gustaría que te traten a ti" y "es de bien nacido ser agradecido" se me debió de grabar a fuego, porque no sé hacerlo de otra manera. 
¿Pensáis que es demasiado esperar? ¿Está pasado de moda? ¿Será que realmente el quid pro quo es una utopía? Me gustaría saber vuestra opinión.


Por cierto, ya que estamos, si queréis, podéis darme un "like" en la página de mi blog El sueño de Lucía y en la de mi novela, Empujones del destino. También me enseñaron que el que no llora, no mama, jajaja...


2 comentarios:

  1. Me encantas! y no solo como autora, que ya sabes que me vuelves loca, sino como persona a la que no conozco personalmente pero me muero por conocer.
    Y me encantaría tener una amistad contigo mucha más allá de la del facebook.
    A mi me invitan a que de un Me gusta y es raro que no lo dé. Normalmente si no es una persona muy conocida mía lo que hago es visionar la página en cuestión para al menos saber de que va.
    Intento siempre que no me despiste responder a los comentarios en mi blog y añadir los míos propios en los blogs o páginas de mis compañeras y amigas porque digo lo que tú. Manos que no dais que esperáis? Pero debe ser que algunas personas han debido de perderse los capítulos de Barrio Sésamo o de los programas infantiles y educativos que hubiera en ese momento en la televisión porque veo que hay bastante ego suelto que no ve más allá de su ombligo.
    Seré más tonta que nadie pero yo no soy así, seguiré intentando ayudar a todo aquel que me lo pida aunque no sea correspondido. Qué le voy a hacer.

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    1. Te admiro, Cat. Yo creo que soy una persona siempre dispuesta a ayudar, como tú dices, pero de vez en cuando me sale la vena heavy y me levanto en armas contra los egos desmedidos. Seguramente no merece la pena ponerse a explicarles aquel capítulo de Barrio Sésamo que se perdieron, pero no seré yo quien contribuya a empeorar su "ombliguitis"...
      Gracias por pasarte y por comentar. Me encantará conocerte en persona y espero que sea pronto. Besos!!

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