—Ariadna, ¿seguro que no te importa que nos vayamos?
—Que no mujer.
—¿Y te vas a quedar sola?
Miro hacia la barra de reojo y veo a Manu concentrado en el
trabajo. Ni siquiera me ha visto todavía, pero me encargaré de que me vea en
cuanto mi hermana y Damián se marchen. No sé si el pobre llegará entero a casa,
se ha pasado ocho pueblos con los brindis por el año viejo, el año nuevo, y los
próximos tres años, como mínimo.
—No te preocupes, que no pienso irme sola —le contesto. Y
con sorna, añado—: Anda, llévate ya a
ese desastre de novio que tienes, antes de que eche la cena que con tanta
dedicación ha cocinado mamá.
Mi hermana suspira y se encoge de hombros, al tiempo que
empieza a tirar de Damián hacia la salida. Mi futuro cuñado me mira, se despide
con un gesto torpe, y ambos desaparecen entre la gente.
Vuelvo la vista hacia él. Sigue tan moreno, tan guapo y tan
sexy como siempre. Era el chico malo del barrio, el que todas queríamos
cazar...: la pesadilla de las madres. Siempre fue un niño rebelde y un mal
estudiante, de modo que yo apenas había entrado en el instituto cuando él dejó
los estudios y empezó a trabajar de camarero en el bar de su padre. Debía de
tener los dieciocho recién cumplidos, pero el chaval que era incapaz de
centrarse en los libros ni media hora, resultó que se manejaba tras una barra
como pez en el agua. En apenas un par de años pasó del bar de barrio, de cafés,
puros y partidas, y vermut los domingos por la mañana, a los bares de copas,
que rápidamente se llenaban de chicas deseosas de llamar su atención. Saltaba a
la vista que sabía divertirse, pero también, curiosamente, se tomaba en serio
su trabajo. Cuando yo tuve edad de empezar a salir de copas, a él ya se lo
rifaban en los mejores locales. Cambiaba de chica cada mes, o incluso cada
quince días, pero mis amigas y yo no éramos más que niñas a su lado. Él jugaba
en otra liga. Estaba fuera de nuestro alcance.
Por suerte, doce años cambian muchas cosas.
...
*Esto es solo un fragmento del relato completo. "Siempre tú" ha sido incluido en el libro "Doce maneras de enamorarse", publicado en Amazon y disponible para su compra AQUÍ.
Me encanta el giro que ha tomado la historia jajajajaja mala jajajajaja si ya decía yo que un hombre así no podía estar soltero.
ResponderEliminarY hm? me parece que me voy a comprar un arcón de esos jajajajaja
Y porfissssss 12 + 1 plissssssss
Gracias, Cat! jajajaja... Eso sí, lo de 12+1 va a ser que no... pero ya pensaremos algo, no te preocupes... ;-)
EliminarBesos!
Aix! Qué guay y qué bonito el final!
ResponderEliminarCómo me gustan esos arrebatos y más aún cuando son con tu pareja/novio/marido
Precioso!
¿A que sí? No siempre tienes que enamorarte necesariamente de alguien nuevo... ¿no? El de siempre sirve perfectamente. ;-)
EliminarGenial!!!... Esos arrebatos son espectaculares y en cualquier lugar el riesgo es exitante...m encanto.
ResponderEliminarMe alegro, Moni penny! Gracias!
EliminarEsto mismo me pasa a mí con Adrián, que me enamoro de él varias veces por semana!!! Gracias por esta serie que me enccantó!! No te digo con cuál me quedo porque sabes que todos me gustaron mucho. Sigue escribiendo y compartiendo tus relatos. Mil besos.
ResponderEliminarGracias guapa! Se que te ha gustado mucho y no me extraña que no puedas decidirte, porque creo que yo tampoco, jajaja... Y enhorabuena por seguir enamorándote del mismo una y otra vez. ;-)
EliminarBuff me ha encantado diciembre. Es una historia muy bonita y con esa sorpresa final... Tan apasionado ese arrebato a escondidas... En fin, y del prota qué decir... Genial para cerrar el año.
ResponderEliminarMuchas gracias! A mi también me parece un cierre perfecto, qué te voy a decir... jajaja...
EliminarUyyyy ya quisiera yo uno de los doce jijijiji Me ha encantado saludos desde Chile
ResponderEliminarLlegaste por los pelos a verlo, Alejandra, jajaja... Gracias por comentarlo. Ahora si los quieres todos juntos ya sabes que están en Amazon.
EliminarSaludos!
Menos mal que ya tengo tu novela con los doce relatos porque no encontraba los primeros. Me la acabo de descargar y para el que no lo sepa se llama Doce maneras de enamorarse, jajajajaja... por si acaso.
ResponderEliminarEste ha sido genial!!!
Gracias por compartir, Lucía.
Un abrazo.
Gracias a ti por leerlos, Ricardo. Un abrazo.
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