A medida que se acercan las nueve de la noche, me pongo más
y más nerviosa. Aurora también, se lo noto. Inconscientemente miro hacia la
puerta, pero no hay ni rastro de él. El estómago me hace una pirueta cuando
evoco su cuerpo de anuncio, su preciosa sonrisa y la preocupación con la que me
miraba anoche.
No sé si ayer fue el peor día de mi vida, pero sin duda, sí
de los últimos tres meses, que es el tiempo que llevo trabajando en la
cafetería. Este, por lo general, es un barrio tranquilo, pero con la crisis las
cosas se están poniendo complicadas en todas partes. Y siempre hay alguien que
pretende salir del atolladero con un cruce de cables y pasando por encima de
quien haga falta. Ayer casi pasan por encima de mí y de Aurora. Gracias a Dios
que apareció Raúl.
Ya era cliente de la cafetería cuando yo empecé, y me llamó
la atención desde el primer día. Llegó con Adolfo, su compañero, que le lleva
al menos quince años y veinte kilos, mucho peor repartidos que los suyos. Aurora
les atendió con su amabilidad habitual pero con un poco más de premura que a
otros clientes. No pude evitar una sonrisa, al fin y al cabo, la policía
siempre impresiona un poco, supongo.
Raúl y Adolfo venían a menudo a por cafés y a veces a por
algún bollo, en especial Adolfo, que he descubierto que es muy goloso. Raúl por
lo general se toma un descafeinado y poco más. Pese a ese aire de autoridad que
se le intuye vaya o no vaya de uniforme, sonríe con frecuencia. Son sonrisas
breves, como si de alguna manera pensara que están fuera de lugar, pero el
efecto que causan en las mujeres es fulminante.
En unas más que en otras. A mí concretamente, me matan.
...
*Esto es solo un fragmento del relato completo. "Mi héroe" ha sido incluido en el libro "Doce maneras de enamorarse", publicado en Amazon y disponible para su compra AQUÍ.
Ay Raúl! Ya no te voy a decir que éste me gusta más que los anteriores porque te reirás. Jajajaja. Me encanta que los superhéroes protectores cuiden de las pobrecitas víctimas potenciales y vuelvan al día siguiente! Gracias por compartir tus relatos, Lucía. Nos leemos. Un beso. Ah! Voy a seguir con Samuel! ;-)
ResponderEliminarGracias, Mary Ann... no esperaba menos de ti, jajaja... cada uno te gusta siempre más que el anterior...
EliminarQué chico más mono, por favor ! Me encanta tu ingenio a la hora de encajar las piezas para q todo fluya de forma natural. Como siempre, ha sido un "placer" leerte.
ResponderEliminarGracias, un "placer" tenerte por aquí, jajajaja...
Eliminar¡Excelente capítulo Lucia! (en cuanto pueda me leo los primeros). Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Frank, pero no es un capítulo, es un relato independiente dentro de una colección. Las historias se pueden leer por separado, no guardan relación unas con otras.
EliminarMira Raul majo pásate por mi portal también... por si acaso jijiji ay me gustó mucho.
ResponderEliminarJajaja... lo vamos a poner a hacer una ronda más bien amplia, me parece a mí... por si acaso, vamos.
Eliminar